Trump PencePodría decirse que para los candidatos presidenciales del bipartidismo de EUA, esta semana que pasó no fue de las mejores. En medio de tropezones, Donald Trump nombró un candidato vice presidencial, que trae un CV cargado de oportunidades para la oposición. Y Hillary Clinton, por su parte, recibió un regaño por parte de los senadores de su partido preocupados por el estancamiento en las encuestas de la campaña del oficialismo demócrata.

Las convenciones tendrán lugar del 18 al 21 de julio, en Cleveland, para los republicanos; del 25 al 28 en Philadelphia para los demócratas.

Como candidato vicepresidencial, Trump optó por Mike Pence, actual gobernador de Indiana y quien estaba a punto de perder su reelección. Antes del anuncio formal de su decisión, Trump ya se había peleado con Chris Christie, actual gobernador de New Jersey antiguo candidato por la nominación, quien desde que colgó la toalla en su propia campaña venía buscando ser vicepresidente.

Ann Coulter, voz del odio y el racismo en EUA, dijo que nombrar a Pence era un serio error.

Después, Trump quiso cambiar de candidato pero ya era demasiado tarde.

Luego, la campaña presentó un logo, que fue objeto de inmisericordes burlas por internet, obligando a cambiar de logo. 

El anuncio de Mike Pence trajo a la luz pública su trayectoria política desde sus días en el Congreso.

Extremista y gris.

O, en palabras de un bloguero, “Sarah Palin sin carisma”.

Mike Pence se ha opuesto en repetidas ocasiones a cualquier aumento al salario mínimo, que en su estado (donde imperan las leyes antisindicales) es US$7.25. Aún así el cree que es demasiado.

Mike Pence ha firmado medidas en contra de los derechos reproductivos de las mujeres.

En 2001, Mike Pence escribió que no hay manera de probar que el tabaco y la nicotina causan cáncer.

En 2015, firmó una ley presuntamente en defensa de la libertad religiosa, que abrió campo a la discriminación abierta contra la comunidad LBGT. Luego se vio obligado a firmar una enmienda a dicha ley, que básicamente la anulaba. 

Mike Pence no cree en la evolución, el cambio climático ni la “ciencia moderna”.

Mike Pence, en 2015, sugirió que el estado de Indiana debería crear un servicio noticioso que alimentara “buenas noticias” a los medios. Luego, cuando algunos compararon esta propuesta con las prácticas de propaganda en los sistemas totalitarios, sin decir mucho la puso de lado.

Con todo este material, uno diría que la candidatura de Hillary Clinton avanzaría. Pero no es así.

El flujo imparable de escándalos, investigaciones, interrogaciones, rumores ha fortalecido el factor desconfianza hacia la candidata y, en el proceso, debilitado la candidatura. Las encuestas la ubican muy cerca de Trump en los estados claves, no obstante el que el campo Clinton haya invertido astronómicas sumas de dinero. Esto fue motivo la semana pasada de una reunión con los capos del partido, cuyos senadores están con tembladera.

Por su parte, Bernie Sanders respaldó formalmente a Hillary Clinton. Pero no todos sus partidarios le han seguido.

Algunos han comenzado a apoyar a Jill Stein, la candidata del partido Verde. Boicoteada por los medios corporativos — los que hicieron posible las victorias de Trump (al darle publicidad gratis) y de Clinton (porque era el momento de su coronación) — Stein ha comenzado a subir en las encuestas y las donaciones.

Ella misma ha pedido a Sanders que la reemplace como candidata verde.

Pero por ahora “Convention Time”.

Otra semana que se fue en EUA.

Carlos F. Torres

 

 

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY 7/17/2016