En Colombia pasan cosas, en todas partes pasan cosas. Unas cosas buenas y otras cosas malas; así son las cosas y así es la dinámica de las cosas.
Pero hay cosas de cosas:
Una cosa buena
Ayer Carmenza Adriana López, víctima de las FARC quienes secuestraron y asesinaron a su esposo en Sumapaz, les dio una lección de grandeza a la senadora Sandra Ramírez, a todos los desmovilizados de las FARC y al país entero. En uno de esos actos de reconciliación la senadora Sandra Ramírez que fue la que negó el reclutamiento de menores de edad por parte de las FARC, esa misma, con su mismo cinismo le pidió, con un tono de discurso veintejuliero, a doña Carmenza que le diera un abrazo de reconciliación y doña Carmenza le dijo que no gracias, que el abrazo se lo tenían que ganar contando la verdad.
Con su gesto valiente y honesto doña Carmenza nos mostró el comportamiento cínico de las FARC que es el que ha puesto en tela de juicio el proceso de paz, porque no han sido sinceros, porque no han dicho la verdad, porque no nos han cumplido.
Por primera vez desde la firma del acuerdo de paz se cumplió la premisa fundamental de la justicia transicional, “las víctimas deben ser el centro del proceso”. En su condición de víctima doña Carmenza les exigió a los excombatientes que cumplan, porque no han cumplido.
A ver si aprenden.
Una cosa mala
José Félix Lafaurie, dirigente gremial, miembro de las directivas del partido de gobierno, esposo de la más verbal representante de la extrema derecha colombiana, refiriéndose a la masacre de Samaniego publicó una foto falsamente editada dizque para mostrar el fracaso de lo que el llama la paz de Santos.
https://lasillavacia.com/detector-foto-compartio-lafaurie-sobre-jovenes-farc-esta-recortada-78097
Ni la actitud de Sandra Ramírez, puesta en evidencia por doña Carmenza, ni la de Lafaurie, puesta en evidencia por La Silla Vacía contribuyen para nada con la paz. A Sandra Ramírez y sus compinches no parece interesarles la verdad y sienten que con montajes como el “acto de reconciliación” de ayer van a pasar de agache, ojalá la JEP haga su trabajo y les obligue a decir esa verdad que exige doña Carmenza. Pedirle a Lafaurie algo de dignidad es pedirle peras al olmo.
Una cosa fea
Margarita Cabello, del clan Char, los amigos de Aida Merlano, los del investigado presidente del senado, ejerció como ministra de Justicia del gobierno del presentador/presidente.
¡Y qué ejercicio!
Fracasó estruendosamente en el trámite de una indispensable e inaplazable reforma a la justicia, esa que ahora el partido del presentador/presidente quiere sacar adelante sí o si para buscar que: al mentor, al presidente eterno, al dueño del balón, a mister president mismito no lo vayan a juzgar y de pronto a condenar.
Fracasó también en la reforma penitenciaria. Su brillante gestión llegó al punto más alto con la masacre de la cárcel Modelo, que seguramente ahora tendrá que investigar como procuradora.
Fracasó, también estruendosamente en su obligación de defender la justicia y a las víctimas y asegurar que el paramilitar Mancuso, cuya deportación de los Estados Unidos estaba anunciada hace meses, fuese enviado a cumplir con las penas pendientes y con sus víctimas en Colombia.
Asombra además que la elección de la muy proba y eficiente ministra como procuradora haya sido tan apresurada ya que asumirá el cargo en algo más de cuatro meses.
¿Eso paqué sumercé?
¿Será que si se esperaban un par de meses para hacer el proceso entre noviembre y diciembre se les podía enredar el “arreglo” entre los partidos alineados a punta de mermelada?
¿Se apuraron a elegirla antes que fuera inelegible?
Eso sí el presentador/presidente y su partido, contentos, ahora le van a rendir cuentas a sus amigotes.
He revisado todos los decretos y no he visto ninguno que diga que la ética, la transparencia y la lucha contra la corrupción hayan sido puestas en cuarentena.
Estas son cosas que pasan y es el tiempo quien después dirá.
