Donald Trump Jr. El Washington Post, influyente diario capitalino y parte de lo que el presidente Trump llama “Fake News” (noticias falsas), discute en primera plana las preocupaciones y la ira que por estos días parecen dominar al presidente de EUA.

“Trump en un momento precario en su presidencia: meditabundo en privado y rugiendo en público”, firmado por Philip Rucker, Robert Costa and Ashley Parker, señala que,

En privado, el presidente Trump pasó la mayor parte de la semana pasada reflexionando, como lo hace a menudo. Le ha venido preocupando las consecuencias de la investigación de Rusia, con el inicio del juicio del ex presidente de su campaña. Y le preocupa no haber logrado acumular suficiente crédito político por lo que dice que son sus logros.

En raros momentos de introspección para el presidente famoso por su egocentrismo, Trump también ha expresado a los confidentes la persistente inquietud acerca de cómo algunos en su órbita –incluido su hijo mayor, Donald Trump Jr.,– están atrapados en la investigación sobre Rusia, a su juicio simplemente porque de su conexión con él.

La nota señala que es un momento “precario para la presidencia”, con negros nubarrones que acechan la Casa Blanca. Las elecciones de medio término podrían resultar en una mayoría demócrata en la Cámara (hoy la tiene el partido del presidente) y con ello la posibilidad de un juicio político, o impeachement; y la investigación por el fiscal independiente Robert Mueller se acerca peligrosamente al círculo íntimo del presidente.

En público, el presidente sigue firme y desafiante, señala la publicación. Se la pasa viajando de un mitin político a otro — Florida, Pennsylvania, Ohio — donde pronuncia alevosos discursos en contra de los medios, a quienes acusa de negarse a dar cobertura a los logros de su presidencia como la economía del estado, los llama “enemigos del pueblo”; y denunciando las burocracias del “estado profundo”, que han lanzado una “cacería de brujas” en contra de él.

Estos mítines, que muchos canales de noticias transmiten en vivo, son multitunidarios actos con la llamada “base de Trump”, combativos, eléctricos, que parecería pueden explotar en cualquier momento. Ya han agredido verbalmente a varios reporteros, quienes han expresado temor por su integridad física. 

Analizando los pronunciamientos del presidente, el Washington Post indica que, “La frecuencia de las falsedades del presidente también ha aumentado. Fact Checker (medidor de la verdad) descubrió la semana pasada que Trump ha realizado 4,229 aseveraciones falsas o engañosas hasta el momento en su presidencia, un promedio de casi 7.6 reclamos por día y un aumento de 978 en solo dos meses”.

Dijo que durante su último viaje a Gran Bretaña, la reina Isabel lo hizo esperar 15 minutos; es mentira. Dijo que se estaban construyendo 7 nuevas fábricas de acero; es mentira. Dijo que la gente necesita presentar identificación con fotos al hacer compras de supermercados.

Pero las falsedades del presidente van más allá. Dan una impresión de disonancia entre él y su administración.  Sobre política exterior, y la presunta injerencia de Rusia en el proceso electoral estadounidense, el presidente ha negado que exista, mientras que sus asesores de inteligencia aseguran que si hay ataques. El presidente invita a Vladimir Putin a que visite Washington, mientras que los asesores de seguridad nacional dicen que no es el momento para tal visita.

Este comportamiento errático, según la nota en el Post, es clara señal de las preocupaciones de Donald Trump.

En junio y julio, usó las palabras “cacería de brujas” un total de 46 veces. En abril y mayo solo las había usado 29 veces.

El juicio de Paul Manafort, presidente de la campaña Trump 2016, ha sacado a luz pública los lujos de un hombre que había recibido decenas de millones de dólares de milmillonarios rusos, también llamados oligarcas. Aunque los cargos — que incluyen lavado de dinero, evasión de impuestos, fraude bancario, falsificación de documentos, podrían resultar en una sentencia de décadas en cana — son por presuntos crímenes cometidos antes de aceptar su cargo en la campaña, van pintando poco a poco el cuadro de un hombre acostumbrado a los lujos de sultán, con lucrativas conexiones con Rusia, pasando por una precaria situación económica.

Manafort, fue uno de los participantes en la reunión en Trump Tower, en junio de 2016, convocada con el propósitio de entregar información secreta sobre la campaña de Hillary Clinton. Participaron dos rusos vinculados al Kremlin.

Donal Trump Jr., hijo primogénito del presidente participó en esa reunión….

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. TorresCarlos F. Torres
Director, El Molino Online
Pennsylvania EUA, 8/6/2018