El anuncio de que Bob Woodward, el legendario periodista de investigación con fama que se remonta a los días de Watergate, publicará el 11 de septiembre su último libro sobre el funcionamiento de una administración considerada disfuncional en muchos círculos, es solo uno de los problemas que enfrenta el presidente estadounidense Donald J. Trump el último día de julio 2018.
En un tribunal de Alexandria, estado de Virginia, comienza el proceso de selección del jurado en el proceso iniciado por el fiscal especial Robert Mueller contra Paul Manafort, ex presidente de la campaña Trump 2016.
Enfrenta 18 acusaciones criminales que se derivan de su trabajo en colaboración con el gobierno pro ruso de Ucrania en 2006. Los cargos criminales contra Manafort, quien desde hace meses perdió el privilegio de libertad bajo fianza y está en reclusión solitaria, fueron resultado de la investigación sobre posible colusión (contubernio) entre la campaña Trump e intereses rusos.
Es solo uno de dos juicios contra Manafort. El otro tendrá lugar en septiembre, en Washington D.C., por lavado de dinero y negarse a registrarse como agente extranjero.
Observadores dicen que la credibilidad de Mueller y su prolongada investigación sobre Rusia está en juego en el resultado de este juicio.
Otros sostienen que el juicio busca quebrar a Manafort para que colabore con Mueller. Otros más dicen que Manafort no abrirá el pico ya que tiene deudas con rusos a quienes les tiene más miedo.
Manafort estuvo presente en la reunión en Trump Tower en junio 2016 donde dos ciudadanos rusos con vínculos al Kremlin asistieron. Dicha reunión — ahora un aspecto clave en la investigación sobre Rusia — buscaba entregar a la gente de Trump información perjudicial a la campaña de Hillary Clinton.
Se anticipa desde ya que a diario los titulares de los medios repetirán 24/7 los detalles del juicio, y las presuntas ofensas de Manafort por cuyas arcas circularon cientos de millones de dólares y vivía como un sultán — incluso se dice gastó US$1.3 millones en trajes.
Al mismo tiempo, uno de los abogados de Trump, el ex alcalde de New York Rudy Giuliani, sigue metiendo las patas en sus casi diarias apariciones en los medios, con su peculiar estilo, gesticulando con las manos y sus expresiones faciales, que han sido objeto de caricaturas y cómicos.
En estos días pasados, Giuliani acusó al ex abogado de Trump, Michael Cohen, de ser un mentiroso crónico — cuando solo semanas antes lo había llamado un tipo honorable. El cambio de opinión se debe a que primero Cohen hizo públicas grabaciones con el presidente Trump sobre pagos ilícitos a una modelo de Playboy con la que tuvo un romance.
Y después, Cohen dijo que Trump había sido informado sobre la reunión con los rusos días antes de que tuviera lugar.
Respondió Giuliani por en entrevista televisada que la “colusión no es un crimen”, dando a entender que pudo haber habido “colusión”. Dejó con la boca abierta incluso a periodistas de Fox News, la red de televisión que defiende incondicionalmente al presidente.
Algunos han dicho que Giuliani debería callarse, que hace más daño de lo que ayuda al presidente.
Pero todo lo anterior son, en cierta medida, noticias viejas.
El último petardo es que Bob Woodward, quien con Carl Berstein en 1974 investigara los crímenes de la administración de Richard Nixon en el célebre escándalo Watergate, viene escribiendo un libro sobre la presidencia.
“Fear: Trump in the White House” (Miedo: Trump en la Casa Blanca) se basa en cientos de horas de entrevistas grabadas con fuentes pimarias y ofrece en profundidad un análisis incisivo de “los pensamientos y las decisiones de Trump respecto a todo, desde la seguridad nacional a la investigación sobre Rusia al mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia”.
Docenas de funcionarios de la administración conversaron con Woodward, quien obtuvo memorandos, documentos, diarios, y notas, algunas escritas de puño y letra por el presidente.
Según informes, en su investigación para este libro, Woodward ha vuelto a utilizar las mismas tácticas de la investigación Watergate, de presentarse tarde en la noche en las residencias de sus fuentes para conversar con ellos y, está de sobra decirlo, grabar estas discusiones.
[…] en los últimos 19 meses, el hecho de que el periodista de investigación más famoso de los Estados Unidos estuviese laborando silenciosamente sobre un libro que profundiza en las disfunciones de la Casa Blanca del presidente Trump permaneció en gran parte desconocido.
En el libro, el décimo noveno de Woodward, periodista y autor con 75 años de edad “revela con un detalle sin precedentes la aterradora vida dentro de la Casa Blanca del presidente Donald Trump y precisamente cómo toma decisiones sobre importantes políticas nacionales y extranjeras”, indicó el Washington Post.
Nada bueno para la administración promete esta nueva investigación.
Un verano caliente en la Casa Blanca.