Jeb Bush
Foto via página de Facebook del candidato

Cuando el precandidato republicano Jeb Bush dijo en una reunión de empresarios que su hermano George W. lo aconsejaba regularmente sobre asuntos en el medio oriente, Roger Simon de POLITICO quedó convencido que el hombre que persigue ser el tercer Bush en la Casa Blanca había sufrido tremendo golpe en la cabeza de muy niño.

No hay otra explicación por esta afirmación que incluso dejó rascándose el coco a algunos de los allí presentes.

Porque, aunque no se diga en las cenas del clan Bush, el último presidente de ese ilustre apellido dejó un desastre tras de sí.

La historia registrará que la contribución más significativa de George W. Bush para el mundo fue la invasión de Irak bajo la totalmente falsa noción de que Irak había almacenado armas de destrucción masiva.

La guerra de Irak de 2003-11 resultó en 4,488 estadounidenses muertos y 32,222 heridos y costó más de US$2 mil millones de dólares.

De acuerdo con el proyecto Costs of War del Instituto Watson para Estudios Internacionales de la Universidad de Brown, la guerra también “mató al menos 134,000 civiles iraquíes y puede haber contribuido a la muerte de por lo menos cuatro veces esa cifra”.

Bueno, estas cosas pasan. ¿Quieres una tortilla? tienes que romper algunos huevos. Y por lo menos hemos sacado algo de la guerra, ¿verdad?

Bueno, ni tanto.

Un resumen del informe de Brown dijo que “EUA ganó poco” de la guerra, mientras que Irak estaba traumatizado por ella. La guerra revitalizó a los militantes islamistas radicales en la región, retrocedió los derechos de las mujeres, y debilitó un sistema de cuidado de la salud ya precario.

Mientras tanto, los esfuerzos de reconstrucción a un costo de US$212 mil millones fue en gran medida un fracaso gastándose  la mayor parte de ese dinero en la seguridad o se perdiéndose al fraude y el malgasto”.

Artículo en inglés