A-puertas-cerradasTras puertas cerradas se han reunido los establishments de los partidos demócrata y republicano, cada uno impulsado por un sentido de alarma sobre las elecciones presidenciales.

La aparente inevitabilidad de la nominación de Donald Trump tiene a los capos del partido con tembladera; mientras que aunque lleve la delantera en las primarias demócratas, la oficialista Hillary muestra debilidades que podrían ser fatales.

El establishmente republicano se ha reunido a puerta cerrada para ver cómo detener a Donald Trump. New York Times:

Líderes republicanos que se oponen rotundamente a la candidatura de Donald J. Trump están preparando una campaña de 100 días para negarle la nominación presidencial, comenzando con una agresiva batalla en la primaria de Wisconsin el 5 de abril y siguiendo este verano, con un esfuerzo de cabildeo delegado por delegado que presentaría la nominación de Trump como desastrosa para la elección general.

El establishment democrata se ha reunido a puerta cerrada para ver cómo detener al socialista Bernie Sanders. El Times informó esta reunión a puertas cerradas, en Austin, Texas, donde el presidente Obama se dirigió a contribuyentes del partido pidiendo que los dólares vayan hacia Hillary.  Comenta POLITICO.

Aunque Obama no hizo un llamado a Sanders a que se retirara de la contienda ni ofreció su apoyo explícito a Clinton, según el informe del Times, los asistentes le dijeron al periódico que el tono del presidente sugería urgencia. Y el Times también confirmó que Obama reconoció que muchos demócratas no estaban “emocionados” con su candidatura.

Es ese el quid del asunto. La candidatura de Hillary no genera el mismo entusiasmo que la del socialista demócrata Sanders.

Y en el campo contrario, la candidatura del extremista Trump si tiene poder de convocatoria. Sus mítines son multitudinarios, con una participación cada día más alevosa y violenta.

Este serio problema se hizo más evidente en las elecciones a comienzos de semana. Hillary ganó en los sureños estados de Florida y Carolina del Norte, igual que en Ohio, Missouri e Illinois en el medio oeste región afectada por la pérdida de miles de empleos industriales.

Fue una victoria holgada en los sureños estados de Florida y Carolina del Norte, igual que en Ohio. Pero en Illinois y Missouri fue una victoria estrecha. Allí, Clinton se llevó los titulares pero Sanders salió con delegados.

Y las encuestas a boca de urna mostraron la ausencia de apoyo para Clinton entre la clase trabajadora blanca, la juventud e incluso los afroamericanos, donde además de haber perdido sus empleos enfrentan racismo policial.

Todavía faltan 4 meses para la convención.

Los establishments están trabajando activamente.

Los republicanos — y los medios que al dar publicidad US$ 2 mil millones en publicidad gratis a Trump ayudaron a su crecimiento — están escarbando y poco a poco va saliendo otra narrativa. Su éxito en el mundo empresarial no es tan grande como dice.

El socialista Bernie Sanders dice que su campaña seguirá hasta la convención y que tiene una manera de obtener los delegados.

Los demócratas, por su parte, tienen la esperanza de que no salgan más fantasmas de los roperos de Hillary. Con lo que hay en una carrera de 20 y pico de años ya es mucho. Los emails durante su tiempo como Secretaria de Estado. Los discursos a los banqueros por los que ha cobrado centenas de miles dólares. Una debacle causada por la invasión a Libia. El voto a favor de la guerra en Irak. Sus declaraciones contra los afroamericanos llamándolos depredadores. Por no mencionar cada vez que ha salido a la defensa de los revolcones de su marido, atacando la integridad de la mujer involucrada.

Así cierra esta semana en EUA con dos oligarcas que buscan la presidencia y las dificultades que sus ambiciones causan para sus partidos.

Y mientras tanto, Obama partió para La Habana.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. TorresCarlos F. Torres, 
Director, El Molino Online
New York, NY, marzo 20, 2016