Trump Persona del Año?Ya a nadie sorprende el que el presidente de EUA use la red social Twitter para decir lo que se le venga en mente. Durante los 10 meses largos que lleva en la Casa Blanca, en incontables ocasiones los encargados de Donald Trump han tenido que rectificar, reinterpretar, incluso negar abiertamente las aseveraciones de un presidente que parecería vivir en otra dimensión.

Destacamos esta semana las afirmaciones del presidente de que la revista Time lo había invitado a “PROBABLEMENTE” ser la persona del año pero él había rechazado el honor porque ni quería participar en una sesión de fotografía y ni conceder una entrevista.

La revista negó que tal fuera el caso.

Lo que siguió, fue la mofa generalizada por una amplia gama de las llamadas celebridades, que han remedado al presidente.

Pero no fue ésta la única vez durante la semana que el uso de Twitter por el presidente fue cuestionado. El presidente envió numerosos mensajes contra LaVar Ball, el padre de uno de tres jugadores de basquetbol detenidos en China acusados de robarse unas gafas en una tienda.

El presidente lo atacó en un lenguaje que podría considerarse racista. LaVar Ball es afroamericano.

Algunos señalan que muchos de los ataques por Twitter del presidente han sido contra atletas afroamericanos.

Mientras esto sucedía, el presidente se pronunciaba a favor de Roy Moore, el candidato en la elección especial al senado por Alabama, quien ha sido acusado de agresiones sexuales con menores de edad. Este apoyo del presidente ha sido interpretado como otra prueba, si la fuera necesaria, de que para un segmento del partido republicano el crimen de pedofilia es menos grave que el ser del partido demócrata. Este segmento, coincidentalmente, es el llamado evangélico, donde la religión se confuden en la política.

El presidente dijo que el senado necesitaba un voto republicano para pasar el proyecto de ley de cambio al sistema tributario. La Cámara de Representantes pasó ya un proyecto de ley; si el senado la pasa, se lograría una reconciliación de ambos proyectos, que el presidente entonces firmaría.

Unos consideran que beneficiaría a los más ricos del país. Pero los republicanos aseguran que generará empleo y prosperidad.

Nuevas revelaciones de acoso sexual: Esta semana rodó la cabeza del destacado periodista Charlie Rose, acusado múltiples veces de aprovechar su cargo y su poder para abusar a mujeres jóvenes. Al poco rato, Rose fue despedido por CBS News, PBS y Bloomberg.

Contrasta con otra red de noticias, la derechista Fox News, cuyos capos Roger Aisles y Bill O’Reilly y otros fueron obligados a salir bajo similares cargos — solo que en ese caso las víctimas fueron desprestigiadas, los procesos se prolongaron, y los acusados recibieron millonarias indemnizaciones.

Las revelaciones de agresiones sexuales han recordado al país nuevamente que el expresidente Bill Clinton, marido de Hillary fue también acusado de violar a una mujer. Ya algunas voces que en la década del 90 lo defendieron comienzan a decir que en aquel entonces él debería haberse retirado de la presidencia.

Estas revelaciones también recuerdan que mismo presidente Trump ha sido acusado de agresión sexual por más de una docena de mujeres.

Pero ello sigue sin que se mosquee la llamada “base” del presidente, la derecha religiosa para quienes parece no existir peor pecado que el opinar diferente.

Por último, en cuanto a las investigaciones sobre Rusia, informó el New York Times que Michael Flynn podría estar a punto de colaborar con el Fiscal Especial Robert Müeller.

¿Quién es Flynn y por qué es importante?

Porque toda esta situación — tres investigaciones, revelaciones, filtraciones, y cobertura mediática constante por una prensa hambrienta de prestigio y premios Pulitzer — comenzó cuando Trump pidió al entonces jefe del FBI Jim Comey que no investigara los lazos entre Flynn y Rusia.

Flynn, quien ocupó un importante cargo durante la campaña presidencial Trump 201, había proporcionado información incorrecta al aceptar su posición de Asesor de Seguridad Nacional, que requiere credenciales de seguridad máximas. El FBI consideraba que podría tener vínculos con Rusia. Fue obligado a dimitir con solo seis semanas en el cargo.

Comey se negó a suspender la investigación lo cual causó su despido, abriéndose las compuertas del mar de excremento que desde marzo ha tenido a la administración a la deriva.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres

 

Carlos F. Torres, 
Director El Molino Online
Noviembre 26, 2017