Trump y PutinEl lunes, el presidente Trump negó ser un agente ruso luego de dos reportajes en los principales periódicos de EUA durante el fin de semana. El primero, en el New York Times informó que el FBI había abierto una investigación de contrainteligencia para determinar si Trump sobre si estaba actuando en nombre de Rusia; el segundo en el Washington Post señaló que él había logrado mantener en secreto total (de su gabinete y de la inteligencia de EUA) las cinco conversaciones privadas que ha tenido con su contraparte ruso, Vladimir Putin.

Desde un jardín de la Casa Blanca, a gritos Trump respondió a la pregunta de un periodista en el sentido de si había trabajado para el gobierno ruso. Lo negó enfáticamente y luego, con el estilo que lo ha definido desde que inició su vida política, insultó.

Llamó a los funcionarios del FBI que iniciaron la investigación “canallas” y “policías sucios”.

Pero eso no ha borrado las dudas sobre sus interacciones con el presidente ruso, Vladimir Putin y es un punto que la oposición sigue aprovechando.

Informa el New York Times que Trump ha dicho en varias ocasiones que quiere retirar a EUA de la OTAN, alianza militar establecida bajo liderazgo de EUA en el período que siguió la Segunda Guerra Mundial y que se ha considerado como un freno a la influencia Rusa (hasta 1992 soviética) en Europa y algunas regiones de Asia.

De hacerlo, se cumpliría un sueño geopolítico de Rusia.

Estas discusiones tuvieron lugar en privado en varias ocasiones el año pasado, informa el New York Times. Funcionarios de la administración dijeron al diario que Trump lo mencionó varias veces a su equipo de seguridad nacional en momentos en la OTAN se preparaba para realizar una cumbre. Dijo que no entendía el sentido de dicha alianza. Se quejó en repetidas ocasiones que las otras naciones no pagan sus cuotas.

Funcionarios de inteligencia han dicho que el presidente no ha abandonado esta idea que de realizarse sería “el regalo del siglo para Putin”.

El tema de las posibilidades de que Trump haya colaborado con los intereses rusos — y en contra de los de EUA — ha sido discutida ampliamente en la prensa independiente (a diferencia de portales de derecha como Fox News o Drudge que cumplen el papel de órganos de la Casa Blanca). Incluso varios miembros demócratas del congreso han participado en entrevistas televisadas. Sin embargo, no está del todo claro hasta qué punto el fiscal independiente Robert Mueller ha investigado este punto en particular.

(Recordamos a nuestros lectores que el fiscal independiente Mueller inicio sus labores en marzo 2017, luego de que el presidente despidiera al jefe del FBI, James Comey, por investigar posibles vínculos de la campaña Trump 2016 y Rusia. Varios capos de la campaña, entre ellos Paul Manafort quien fuera presidente, han sido condenados por actos criminales relacionados con Rusia y la campaña).

Aspectos de todo esto indudablemente saldrán a relucir durante el testimonio público de Bill Barr, nominado a fiscal general de EUA, cuyo proceso de confirmación por el Senado comienza en 15 de enero. Barr ha afirmado su compromiso a proteger la investigación de Mueller, y asegurar que su informe final se haga público. .

Todo esto sucede mientras se umplen 24 días desde que cerró parcialmente el gobierno de EUA, a raíz de una disputa entre el presidente y el congreso por el financiamiento del muro fronterizo. El 21 de diciembre, en la última reunión con representantes demócratas antes de que se rompieran las negociaciones el presidente dijo que él “reinvidicaba el cierre del gobierno con orgullo”. Hoy día un creciente número de electores culpan al presidente por el desastre cuyos efectos se sienten cada día más por toda la nación.

Malas noticias para Trump, que se complican aún más en las encuestas, que le dan un promedio de 55% de desfavorabilidad.

Culmine esto donde culmine, hay algo absolutamente claro: Nunca en la historia de EUA se había discutido abiertamente la posibilidad de que el presidente sea un agente de Moscú.

gráfica: New York Daily News