Con un impacto cada día más severo en la economía estadounidense a causa del cierre parcial del gobierno, y las negociaciones estancadas entre el ejecutivo y el congreso, el presidente Trump se prepara para declarar una emergencia nacional que persigue financiar con fondos del ejército la construcción del muro de la discordia, presentado por el presidente como absolutamente necesario para la defensa del país de las huestes bárbaras de migrantes acosan a la gente de bien en los EUA.
Al mismo tiempo, Michael Cohen, el ex-abogado personal del presidente, convicto por violaciones de leyes de campaña bajo aparentes órdenes del candidato Donald Trump y colaborador en las investigaciones, anunció sus intensiones de testificar ante el congreso sobre su colaboración por más de una década con el magnate neoyorkino.
Por esta razón no sería descabellado deducir que la pugna sobre el muro fronterizo, y el cierre del gobierno al rechazar rotundamente Trump (y sus senadores) un presupuesto de la Cámara que no incluya financiamiento para dicha obra, es una conveniente manera de distraer la atención.
Ya comienzan a sentirse los impactos del cierre del gobierno que cumplió 21 días el 11 de enero.
Alrededor de 800,000 empleados parados no recibirán salarios auque muchos de ellos tendrán que seguir presentándose a sus puestos. La gran mayoría consiste de gente que vive de una quincena a la otra, y depende de sus salarios para pagar alquileres, hipotecas, autos, tarjetas de crédito, escuelas, seguro. Y comer.
Al mismo tiempo, los recortes han reducido al mínimo programas de asistencia para los pobres, y otros segmentos vulnerables. Especialmente en lo referente a programas de Nutrición. También se han cerrado parques nacionales, recortado la seguridad en los aeropuertos, lo cual a su vez alarga las colas, aumentando las inconveniencias, haciéndole la vida más dura a la gente común y corriente.
Incapaz de lograr un acuerdo con los demócratas, Trump anunció que está considerando usar su autoridad ejecutiva para decretar una emergencia nacional y iniciar la construcción del muro con fondos del gobierno. Ello no va a ser muy fácil y muy probablemente tendrá que definirse en los tribunales.
Todo lo anterior domina los titurales. Pero algunos preguntan, ¿por qué ahora? ¿Por qué pasados dos años de gobierno se llegó a este punto en este preciso instante? ¿Tendrá algo que ver con la investigación sobre Rusia?
Respecto a este punto, un par de noticias han surgido en esta semana en que gran parte de la atención se centra sobre el cierre del gobierno, el muro, y la posible implementación del decreto de emergencia nacional.
Se hizo público que Paul Manafort –– el expresidente de la campaña Trump 2016 convicto de múltiples crímenes relacionados con lavado de dinero, evasión de impuestos y negocios turbios con gente vinculada al Kremlin — compartió datos internos de la campaña con un oligarca ruso. Abunda la especulación sobre las razones de ello.
Al mismo tiempo, el New York Times informó que el fiscal especial Robert Mueller está investigando a varios ciudadanos ucranianos que obtuvieron boletos para la inauguración del presidente Trump en enero 2017. Estos ciudadanos ucranianos, según la investigación del Times, representaban intereses acordes con los de Moscú, y algunos de ellos intentaban cambiar las sanciones impuestas a Moscú por EUA como parte del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los sabuesos de Mueller también investigan si otros ciudadanos ucranianos y de otros país camuflaron las donaciones al comité inaugural de Trump, el cual está bajo investigación también.
En total, tuvieron lugar más de 100 contactos entre representantes rusos y gente vinculada a la campaña de Donald Trump.
Pero la noticia que más debe preocupar al presidente es el anuncio por su exabogado personal Michael Cohen de que ha aceptado una invitación de un congresista demócrata a hablar ante la cámara de representantes. Será una reunión abierta al público, que promete una enorme audiencia por todos los medios.
Esto es importante no solo por la información que pueda hacer pública, incluyendo los negocios de Trump con Rusia, sino además porque es la primera de múltiples investigaciones al presidente por parte de la Cámara de Representantes, que en las elecciones de noviembre 2018 obtuvo mayoría demócrata y asumió el poder el 3 de enero.
