Ayuda a Puerto Rico
Ruby Rodriguez, de ocho años, cruza el río San Lorenzo Morovis con el agua a la cintura debido a la caída del puente destruido durante el paso del huracán María.

La semana que comenzó con el presidente Trump llamando “hijos de puta” a los futbolistas cerró con el presidente insultando a la alcadesa de San Juan, Puerto Rico. El presidente desde un campo de golf en New Jersey, la alcaldesa en medio de una crisis humanitaria sin precedente en su isla de 3.5 millones de habitantes.

Carmen Yulín Cruz había pedido ayuda para Puerto Rico. Dijo que sin ella podría tener lugar un genocidio. Agregó que las declaraciones triunfales de la administración sobre la asistencia desconocían la realidad. Este hecho, dijo la alcaldesa Yulín Cruz, queda plasmado en las palabras de Elaine Duke, secretaria interina del departamento de seguridad nacional, quien había elogiado el rescate, llamándolo “buenas noticias”.

Trump en una andanada por Twitter denunció al gobierno de Puerto Rico, diciendo que los líderes allí “quieren que todo lo hagan por ellos”.

Con ese poco presidencial intercambio culminó para la administración una de las peores semanas en los 9 meses desde que ocupó la Casa Blanca, donde el estado de crisis es la nueva normalidad.

Corea del Norte, que la semana pasada parecía tener al mundo al borde del cataclismo, fue relegada a un papel secundario. Aparentemente hay conversaciones.

En términos legislativos, el equipo del presidente perdió por segunda vez un intento del Senado por derogar el plan de salud Obamacare. Incapaz de lograr mayoría con 51 votos, fue retirado el proyecto de ley, lo cual significó una seria derrota para la administración.

No solo eso. Luther Strange, el candidato que apoyó el presidente en una elección especial para el senado en Alabama fue derrotado de forma contundente, por Roy Moore, ex juez ultra derechista, nacionalista, más anti inmigrante que Strange y apoyado por Steve Bannon, antiguo asesor de Trump, ideólogo de los ultras, y quien fue obligado a salir de la administración hace poco.

Luego la administración presentó un plan de reforma tributaria, el cual ha sido atacado por presuntamente beneficiar a los ricos . El presidente ha negado que tal sea el caso. No puede confirmarse, ya que él presidente se ha negado rotundamente a divulgar sus declaraciones de impuestos.

El presidente también ha recibido fuertes críticas por la respuesta del gobierno federal a la crisis humanitaria que dejó el huracán María por su paso por Puerto Rico. Los noticieros, los portales, las redes sociales se encargaron de dejar claro que la respuesta del gobierno federal a otras catástrofes ha sido mucho más eficiente que lo que se ha dado a Puerto Rico.

Las imágenes del sufrimiento de ciudadanos estadounidenses, (aunque muchos se han preguntado si el presidente y su equipo saben que los boricuas tienen ciudadanía americana) no han parado. Sin embargo, pasados 10 días y todavía es clara la falta de alguna entidad que se ocupe en centralizar la ayuda.

Para rematar la pésima semana, sufrió Donald Trump la dimisión en medio de un escándalo de abuso de fondos públicos de Tom Price, ex congresista por el estado de Georgia, y hasta hace poco Secretario de Salud. No solo perdió en dos ocasiones la oportunidad de derogar Obamacare, sino que la revista POLITICO investigó que había gastado más de un millón de dólares de los contribuyentes en vuelos privados y militares, en viajes de importancia cuestionable.

El último vuelo de Price dio mucho de que reir a Internet, causando gran vergüenza al presidente, y abriendo la puerta para que periodistas investigadores analicen los gastos de otros miembros del gabinete. En previos meses han surgido acusaciones contra por lo menos tres más de ellos. 

Según informes, Trump regañó a Price durante dos horas antes de aceptar su renuncia.

Al mismo tiempo, sobre las investigaciones a la campaña Trump 2016, ya es de conocimiento público que se formularán cargos criminales contra Paul Manafort, ex director de la campaña, aunque no está claro exactamente cuáles. También ha comenzado los interrogatorios, bajo juramento y con la presencia de un agente del FBI, de personal de la Casa Blanca.

Este otoño muy probablemente veamos un desfile de todos estos personajes en audiencias públicas en una u otra Cámara del Congreso. Parecido a Watergate, que en 1974 causó la renuncia de Richard M. Nixon.

Para agregar un poco de ironía a todo este equipo que hoy día gobierna EUA, se hizo público que varios funcionarios de la nueva administración  han utilizado cuentas personas de correo electrónico — que fue uno de los puntos con que Trump atacó a Hillary Clinton, su adversaria en 2016.

Donald Trump dijo hace poco que su equipo funciona como un relojito. Perfectamente aceitado. Ello no obstante casi 20 renuncias obligadas de su gabinete, y enfrentando por lo menos 3 investigaciones del congreso, además de un fiscal independiente con un Dream Team. (Por no decir las meteduras de pata por parte del presidente y su equipo, que algunos han llamado un pelotón de fusilamiento circular).

Otro peligro para Trum una “guerra entre publicaciones”, las cuales han dedicado equipos crack para investigar a la Casa Blanca.

Mientras tanto, siguen las redadas del servicio de inmigración, recogiendo y deportando gente sin documentos. Algunos con antecedentes penales; otros sin ellos. Muchas familias separadas.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
Pennsylvania, USA, 10/01/17

 

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