Recep Tayyip Erdogan. Su nombre dice muy poco en occidente y sin embargo es, hoy por hoy, como Primer Ministro de Turquía, uno de los hombres más populares en el medio oriente, aprovechando una apertura política causada por la revolución árabe, el extremismo de Irán e Israel y la incapacidad de EUA y Europa de controlar la volátil situación.

Según Anthony Shadid del New York TimesRecept Tayyip, encabeza una nación democrática y próspera, que al pronunciarse firmemente a favor de la revolución árabe y en defensa de los derechos de los palestinos, ocupa una posición óptima para lograr su ambicioso y a la vez posible objetivo geopolítico de crear un nuevo orden en la región.

Esta es una posición nueva para Turquía, modesta nación por años relegada a un papel secundario libre de ambiciones. Turquía incluso no tiene un cuerpo diplomático experimentado, dice.

Aún así, Recep Tayyi viene forjando un eje entre Egipto y Turquía, “dos de las naciones más pobladas y militarmente poderosas, lo cual sostendría el nuevo orden en la región, uno en que Israel quedaría marginalizado hasta que hiciera la paz con sus vecinos”, apunta.

“En un mundo árabe donde Estados Unidos parece estar en retirada, Europa se muestra ineficaz y poderes como Israel e Irán son inestables e inseguros”, agrega, “los funcionarios de Turquía, con una firmeza a veces temeraria, han ofrecido una visión de lo que puede salir de la agitación a través de dos continentes, que ha puesto patas arriba lo que se aceptaba por décadas”.

Artículo en inglés