Más que sus rivales republicanos, la campaña por la reelección de Barack Obama está potenciando las más avanzadas tecnologías de internet para identificar individualmente cada posible partidario, dispararle el mensaje publicitario adecuado, establecer con dicha persona una relación que, además de resultar en apoyo financiero, le conduzca en última instancia a las urnas.
Las tecnologías que en la actualidad usa esta campaña son más avanzadas que las de los republicanos y colindan con lo que se podría considerar violaciones a la privacidad del individuo, escribe T.W. Farnan en el Washington Post.
Esto incluye la compra de centenas de palabras clave — aquellas con que los usuarios de internet conducen sus búsquedas, sea por Google u otros motores.
“Warren Buffet”, “Obama singing” “Obama birthday”, “Dream act”, “Immigration reform” y muchísimas otras son todas palabras claves que producen mensajes de la campaña.
Dice Washington Post que hasta el momento ha sido la campaña que más agresivamente ha intentado alcanzar al usuario de internet.
Según cifras de la campaña, se ha invertido más en publicidad por internet que en televisión, radio y llamadas telefónicas, dice.
Para esta época hace cuatro años, el entonces pre candidato Barack Obama enfrentaba a Hillary Rodham Clinton por la nominación del partido, había gastado US$2.3 millones. Actualmente, el gasto ha alcanzado los US$12.3 millones.
La campaña del presidente usa tecnología que permite rastrear los sitios que visitan usuarios para ajustar sus mensajes publicitarios, técnicas comunes en el mundo de la publicidad.
“Aún así la práctica de rastrear y ubicar a la gente basada en sus características y patrones de uso de internet crean el espectro de la intromisión”, dice.
Agrega que algunas de las prácticas de la campaña podrían requerir mayor transparencia y disposiciones de opt-out.
Los datos que sometan los visitantes a la página de la campaña Obama como respuesta a encuestas se utilizan y combinan con datos adicionales, tales como ubicación geográfica, sistemas operativos y vías de ingreso a la página. Con esta información, se ajustan los mensajes para personalizarles.
La campaña va más allá de cubrir con sus anuncios las páginas de noticieros y aquellas que atraen un público con inclinación política de izquierda, dice.
Las nuevas tecnologías permiten que la campaña afine mensajes a segmentos específicos en cualquier parte que se encuentren, ya que las compañías marcan y rastrean (tag and track) la mayoría de usuarios.
“Cuando los usuarios visitan la página de la campaña de Obama, sus buscadores someten información a más de una docena de compañías de publicidad independientes. Una vez los usuarios se van a otros sitios, estos buscadores avisan a algunas de las compañías de publicidad, las que colocan anuncios de la campaña de Obama en los nuevos sitios”.
Dice que el uso masivo de internet por parte de la campaña Obama ha resultado en aumentos de las contribuciones en pequeñas cantidades.
Todo esto cuando todavía los republicanos no han nominado su candidato.
