Un guión trillado que hemos visto demasiadas veces: un político caído en la ignominia pide perdón públicamente.
Esta vez, el protagonista fue el antiguo congresista por Illinois Jesse Jackson Jr., hijo del dirigente pro derechos civiles del mismo nombre, quien fue condenado a purgar 30 meses en una prisión federal por uso indebido US$750,000 en fondos de su campaña. Su esposa, la exconcejal Sandi Jackson, fue sentenciada a 12 meses por fraude fiscal.
Informa Katherine Skiba en el Chicago Tribune que en la audiencia, Jackson Jr. pidió disculpas diciendo que “engañó al pueblo estadounidense”, a los medios de comunicación, y a la Cámara de Representantes.
Dijo que su esposa fue víctima de la “cultura de la campaña” de él y pidió al tribunal que le permitieran cumplir el año que ella recibió como sentencia.
Dice el Tribune que la juez recibió numerosas cartas rogando que le diera clemencia al criminal convicto, incluso por parte del mismo Jesse Jackson quien pidió que se pusiera a su hijo bajo probación.
La juez se rehusó a hacerlo para no dar la apariencia de que existen dos sistemas de justicia, una para las personas con conexiones y otra para el resto, señala el Tribune.
En febrero, Jackson Jr., se había declarado culpable de comprar relojes, sombreros y otros artículos de lujo con el dinero recaudado para su campaña.
No hace mucho, el joven Jackson se perfilaba como uno de lo políticos afroamericanos de mayor potencial en EUA.
Jackson Jr., tiene hasta el 1 de noviembre para comenzar su condena. Su esposa espera a que él salga antes de comenzar la suya,
Foto cortesía Tim Pearce Los Gatos via flickr
