Los resultados del llamado supermartes, en donde el electorado de partidos republicano y demócrata pueden interpretarse de diversas maneras.
La manera tradicional. Donald Trump, candidato republicano, y Hillary Clinton, candidata demócrata, ganaron cada uno 7 estados y se llevan la parte del león de los delegados en juego. El republicano Ted Cruz ganó en tres estados. Y el socialista Bernie Sanders ganó en cuatro.
Trump salió victorioso en Georgia, Alabama, Massachusetts, Tennessee, Virginia, Arkansas, y Vermont. Cruz, ganó en Texas, Oklahoma y Alaska. Marco Rubio ganó por un pelo los caucus (asambleas) de Minnesota.
Hillary ganó holgadamente en Georgia, Virginia, Tennessee, Arkansas, Alabama y Texas. En Massachusetts ganó por un margen cerrado. Bernie Sanders se lleva Vermont, Oklahoma y los caucus de Minnesota y Colorado caucuses.
En ambos casos, según la diversidad de reglas sobre los delegados, tanto ganadores como perdedores salen con algo.
ABC News explica donde están las cosas. Donald Trump ganó por lo menos 192 delegados y Ted Cruz por lo menos 132. Marco Rubio ganó por lo menos 66 delegados, John Kasich 19 y Ben Carson.
Hasta el momento, Trump tiene 274 delegados, Cruz 149, Rubio 82. Se requieren 237 delegados para ganar la nominación a la presidencia.
Clinton ganó por lo menos 457 de 865 delegados el supermartes. Sanders por lo menos 286. Hasta el momento, e incluyendo los superdelegados (que no son electos y pueden cambiar de parecer), Clinton tiene por lo menos 1,005 delegados. Sanders; 373. Se requieren 2,383 delegados para obtener la nominación demócrata.
La manera surreal. Donald Trump, un neoyorkino, ganó en los estados de sur; Bernie Sanders, un socialista ganó en por lo menos cuatro estados.
Digno de verse: El gobernador de New Jersey y antiguo candidato en esa misma contienda, Chris Christie, presenta a Donald Trump y permanece inmóvil detrás de él durante la totalidad del discurso. Con la mirada en blanco.
El discurso de Marco Rubio, que de escucharlo cualquier pensaría que él se llevó la noche, dando la impresión de que todo marcha “según el plan”.
El discurso de Hillary Clinton celebrando los resultados del supermartes. Por lo que dice, y cómo lo dice, algunos comentaristas se han preguntado si Sanders lo escribió. En ese sentido, la influencia del socialista ha impulsado a la candidata hacia posiciones más progresistas.
Sanders, en sus declaraciones desde que se han hecho públicos los resultados, parece muy satisfecho con su desempeño. El ha dicho en repetidas ocasiones que busca una “revolución política” en la que la gente se movilice en contra de las estructuras de poder económico del país, algo que va más allá de una elección.
Algunos problemas que no solucionó el Supermartes. ¿Cómo explican los republicanos el hecho que su partido haya atraído a los elementos más racistas, xenofóbicos y militaristas de la sociedad?
¿Cómo han permitido que el tono del debate caiga a niveles nunca vistos, con insultos, acusaciones donde se ha incluso discutido el tamaño de la anatomía de su adversario? ¿Cómo piensan convencer a las comunidades negra y latina del país que voten republicano cuando durante meses los han atacado?
Para los demócratas, ¿cómo piensan superar la baja participación en la elección primaria que puede significar una falta de entusiasmo hacia Hillary Clinton? Especialmente cuando los republicanos están votando en niveles récord.
¿Cómo piensar solucionar el perenne cuestionamiento de la honestidad de Hillary Clinton, repetido en encuesta tras encuesta?
¿Cómo piensan dar una respuesta satisfactoria al público sobre el papel de Hillary Clinton en las guerras en Libia y el desastre en Siria; los problemas de los correos electrónicos y sus discursos secretos al sector financiero?
Estos serios problemas, sin resolverse y que pueden abrir un flanco enorme para los ataques republicanos este otoño.
Imagen via Gawker