Así como ha puesto patas arriba al mundo, la noticia del Brexit sacudió EUA y su campaña presidencial.
El primero en hablar, y en decir puras babosadas, fue Donald Trump, candidato de los republicanos. A su llegada a Escocia, envió un mensaje por Twitter diciendo que todos estaban “enloquecidos” con el voto porque habían recuperado su país. Escocia votó, por un margen mayor que los otros cuatro países del Reino Unido, por permanecer en la Unión Europea.
Sus palabras dejaron abundamentemente claro que no tenía ni idea de qué se trataba.
Hillary Clinton, en un tono más medido lamentó la decisión, haciendo un llamado por “la calma y un liderazgo firme y experimentado”, como el que ella ofrece.
Luego, en una típica muestra de la democracia capitalista, ambos candidatos comenzaron a usar Brexit para llenar las arcas de sus campañas.
Las bolsas cayeron. La incertidumbre comenzó a apoderarse por todo el planeta. Lo único que se sabe es que nada se sabe sobre lo que puede acontecer.
(Curiosidad y a la vez tragedia, pero en el Reino Unido casi tres millones de personas firmaron una petición de repetir el voto. Las búsquedas por Google de Unión Europa se dispararon — después del voto. Muchos se lamentaron de que no sabían qué estaban votando).
Mientras tanto, Bernie Sanders, el socialista septuagenario que le quitó el sueño a Hillary Clinton con sus llamados a una revolución política, ha comenzado a definir la hoja de ruta para su movimiento.
El no haber ganado la presidencia no significa mucho, sostiene. Ahora es necesario presionar a la convención demócrata para que incluyan sus demandas en la plataforma. Y, ante todo, construir en base a lo logrado. En ese sentido pidió candidatos a puestos locales y estatales y casi 13,000 se han presentado.
Sanders ya está apoyando a estos candidatos, haciendo campaña con ellos y ayudándolos a recaudar fondos.
Esta semana también vimos a un grupo de 8 juristas, ninguno de ellos elegido sino nominado de por vida, decidir el futuro de unas 5 millones de personas. El empate 4 a 4 en la Corte Suprema de Justicia fue un serio golpe para los planes propuestos por la administación Obama de legalizar el estatus migratorio de personas que durante décadas han vivido y contribuído a la sociedad estadounidense.
Y, en el Congreso de la Nación, un puñado de Demócratas decidió ocupar el recinto hasta que se debatiera una ley para restringir el acceso a las armas por parte de los civiles.
En California, mientras tanto, Led Zeppelin ganaba un juicio sobre la autoría (y las multas que se vendrían en un fallo contrario) de la emblemática canción “Stairway To Heaven”.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY 6/26/2016
