Publicado en inglés el 28 de marzo del 2013 en la revista The Nation bajo el título “Obama Hiccups on Guest Workers“. Traducido con autorización especial. Por Aura Bogado.
El presidente Obama concedió ayer dos entrevistas a las cadenas en español, Univision y Telemundo, en las que aprovechó la oportunidad para hablar sobre el todavía sin definirse proyecto de ley de reforma migratoria comprensiva. Se asume que el Senado presentará su propio proyecto de ley después de que los legisladores regresen de su receso en la segunda semana de abril – -por lo que no fue ninguna sorpresa escuchar a Obama decir que la introducción del proyecto de ley es inminente. Mayor noticia es lo poco que dijo acerca de lo que el proyecto de ley contendrá, en particular cuando se trata de trabajadores huéspedes.
Cuatro senadores de la llamada Banda de los Ocho legisladores, quienes durante meses vienen dando forma a la legislación, visitaron ayer la frontera sur en Nogales, Arizona, durante lo que pareció un evento fabricado para las redes sociales. En un mensaje por Twitter el senador John McCain dijo que vio a una mujer cruzar a través de las separaciones en la valla, y luego tuiteó que a pesar de que fue detenida por la Patrulla Fronteriza, el “incidente es otro recordatorio de que las amenazas a nuestra seguridad fronteriza son reales”. Es poco probable que la mujer presentara ningún tipo de amenaza a la seguridad, pero lo que pasó ilustra que con una cifra récord de casi 22,000 agentes en la frontera, y con la ayuda de aviones de vigilancia y aviones no tripulados, la frontera está siendo monitoreada con un éxito sin precedentes. En sus entrevistas de ayer, Obama una vez más pidió apoyo a la seguridad fronteriza en cualquier legislación futura, aunque no parezca necesario hacerlo.
En una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca el lunes, Obama nuevamente llamó la atención sobre la necesidad de una “reforma migratoria sensata”. Las 28 personas que obtuvieron la ciudadanía el lunes incluían miembros de las fuerzas armadas — que con frecuencia encajan fácilmente en la narrativa sobre los inmigrantes merecedores. En sus entrevistas de ayer, Obama habló de un camino ganado e incluso “duro” hacia la ciudadanía, que algunos temen que dejará fuera de la legislación venidera a aquellos con escaso conocimientos del idioma inglés o con una condena penal menor.
Pero lo que tal vez sigue siendo lo más preocupante es la postura de Obama –o la falta de una– respecto al programa de trabajadores huéspedes. Lori Montenegro de Telemundo le preguntó directamente al presidente si este programa amenaza con el avance de la reforma migratoria. Obama esencialmente evadió la pregunta hablando de la frontera y de la ciudadanía en su lugar, y fue totalmente ambiguo respecto a los detalles. Es imposible imaginar que el presidente no tenga un mejor sentido del proyecto de ley. Después de todo, el senador Chuck Schumer, quien también visitó la frontera sur ayer, es un demócrata de alto rango trabajando sobre la legislación y cercano al presidente.
El tema de los trabajadores huéspedes es muy importante. Grupos pro derechos laborales y de inmigrantes saben que tal programa no sólo socava el poder de los trabajadores estadounidenses, sino que también fomenta la explotación de los trabajadores extranjeros. Como ha señalado Southern Poverty Law Center, a los trabajadores huéspedes con frecuencia no se les paga el salario que se les debe, durante su estancia en EUA están restringidos y viven bajo condiciones lamentables. Los trabajadores huéspedes están atados a sus empleadores, quienes pueden tomar unilateralmente la decisión de enviarlos de regreso en cualquier momento. Josh Eidelson ha estado cubriendo la manera en que McDonald’s viene explotando a los trabajadores estudiantes que visitan el país mediante los intercambios educativos. Organizado por la National Guestworker Alliance, estos trabajadores estudiantes están tratando de mostrar la cara de un problema perenne sobre el cual la mayoría de la gente rara vez se entera: trabajadores esenciales que no pueden disfrutar de las protecciones básicas a los trabajadores.
Las palabras de Obama sobre la inmigración esta semana indican un creciente e inesperado interés en la seguridad fronteriza, y sobre cómo marcar una distinción sobre los inmigrantes merecedores y los que no merecen. Su silencio sobre los trabajadores huéspedes indica que la legislación venidera puede tener más que ver más con quiénes quedan afuera que con quienes reciben una bienvenida.
