Screen-Shot-2013-01-02-at-5.18.08-PM5Publicado en inglés el 30 de octubre 2013 en la revista The Nation bajo el título “Fomer Prosecutor to Jurors: Nullify!”. Traducido con autorización especial. Por Liliana Segura.

En 1990, Paul Butler era fiscal federal en Washington, DC, cuando fue arrestado por un crimen que no cometió. La terrible experiencia le llevó a cuestionar su carrera, un tema que aborda en su libro Let’s Get Free: A Hip-Hop Theory of Justice. Hoy en día, es un de los principales defensores del concepto de la anulación por el jurado, que animando a los miembros de jurados a negarse a condenar a personas declaradas culpables de delitos de drogas no violentos. Conversé con Butler por teléfono en octubre. La entrevista ha sido editada en aras de dar mayor claridad y condensar. Liliana Segura.

Liliana Segura
Liliana Segura

LS: Usted hizo una vez se ganó la vida instando a los miembros del jurado que metieran presos a los culpables de delitos de drogas. Ahora usted les dice que deben negarse a condenar. Explique.

PB: Mis valores se han mantenido constantes. Siempre me he preocupado por la integridad de las comunidades y, especialmente, proteger las comunidades afroamericanas. Empecé tratando de hacer eso como fiscal, pero descubrí que mi instrumento era demasiado duro. Mi instrumento era la prisión y otras formas de castigo. Era contraproducente. La “guerra contra las drogas” ha venido desestabilizando las comunidades y familias. Me convertí en un crítico del hecho que cantidades de personas están siendo encerradas en este país.

LS: ¿Cómo afectó su arresto esta evolución?  

PB: Fue una experiencia reveladora. Muchas de las cosas que me habían dicho los acusados ​​en casos que enjuicié — que la policía mintió, que hubo testigos que no se presentaron, que el sistema era una trampa — todo eso fue verdad. Algunos me han dicho que no debería haberse necesitado mi propio juicio para abrirme los ojos, sobre todo porque soy un hombre negro y crecí en Chicago. Y tal vez yo debería haberlo sabido. El sistema funcionó para mí en el sentido que un jurado me declaró no culpable y mis antecedentes penales fueron borrados. Pero esto fue en parte debido a un privilegio de clase. Me pude permitir el mejor abogado de la ciudad. El ochenta por ciento de las personas acusadas de delitos son pobres. No pueden pagar abogados.

LS: Cómo llegó a la anulación por el jurado como táctica para combatir la guerra contra las drogas?

PB: Aprendí sobre la anulación por el jurado de los miembros de jurados del Distrito de Columbia. Era común que cuando se trataba de un joven negro acusado de posesión de drogas, los jurados de DC no iban a enviarlo a la cárcel. No quieren enviar a otro hombre negro a la cárcel. Cuando los fiscales superiores nos dijeron a los novatos acerca de esto, se les abrieron los ojos con exasperación. Como si dijeran, estamos tratando de mejorar su ciudad, y no tienen el sentido para encerrar a todos estos cretinos. (En la oficina del fiscal, así llamamos a los acusados “cretinos” o “cabrones”). Cuando salí de la oficina del fiscal y comencé a enseñar, fue lo que más me interesó estudiar. Desde una perspectiva académica, descubrí que es parte del orgullo de nuestra tradición constitucional, que es perfectamente legal y de hecho fue promovido por los autores de la constitución como una medida de protección contra fuerzas del orden y fiscales demasiado poderosos. Afirma que la gente de la comunidad, no el gobierno, debe tener la autoridad final sobre lo que sucede a un acusado de un crimen.

LS: ¿Está ganando popularidad la idea? 

PB: La anulación es una de las razones por las que ahora ha habido un cambio en contra de la criminalización de la marihuana. Si los fiscales pensaran que podrían conseguir condenas en estos casos, les llevarían a juicio. Si más gente entendiera que como miembros del jurado tienen el poder para evitar las condenas en casos como este, tendrían lugar incluso menos juicios.

LS: ¿Cómo podría este tipo de intervención adquirir escala? ¿Tendrían los jueces que instruir a los jurados que tienen este derecho?

PB: En New Hampshire, por ejemplo, es un derecho que tienen los acusados​​. Pueden conseguir que el juez dé una instrucción sobre el poder de anular. En la mayoría de los estados y en el sistema federal, los acusados ​​no tienen ese derecho. Y eso es debido a un extraño caso en la Corte Suprema que dictaminó que los miembros del jurado tienen la facultad de anular, pero no se les tiene que decir. No es probable que la Corte cambie de opinión. Probablemente sea más productivo correr la voz mediante el uso de los medios de comunicación y el activismo. Tenemos muchas personas que han sido afectadas por esto; se les tiene que informar y organizar. La anulación por el jurado es sólo parte de un arsenal de herramientas para poner fin a la fracasada “guerra contra las drogas”.

Artículo en inglés