Logo The NationPublicado en inglés en la revista The Nation bajo el título “Will ‘Dima’s Law’ Lead to a New Cold War?”. Traducido con autorización especial. Por Katrina vanden Heuvel. 

Nota del director: Cada semana reproducimos un extracto de la columna por Katrina Vanden Heuvel en WashingtonPost.com. Aquí puede leer el texto completo de la columna de Katrina. 

Para los estadounidenses que comprenden la importancia de una relación cooperativa entre EUA y Rusia, el 2012 fue un año preocupante. El intento de un “reinicio” en las relaciones — puesto en marcha por el gobierno de Obama en el 2009 — resultó ser un fracaso, ya que Washington siguió desarrollando las innecesarias instalaciones de defensa de misiles cerca de la frontera rusa, Rusia aprobó legislación que pone en peligro las organizaciones no gubernamentales financiadas por EUA que trabajan allí, y las sangrientas guerras civiles en Libia y Siria crearon nuevos malentendidos y ruido diplomático entre Moscú y Washington.

Hasta ahora, entre los observadores de EUA muy pocos han tenido la visión de advertir de que hoy podríamos estar presenciando el comienzo de una nueva Guerra Fría. Mi marido, Stephen F. Cohen, es uno de los pocos: En los artículos en The Nation desde la década de 1990 — véase más recientemente su artículo de marzo de 2012, “America’s Failed Bipartisan Russia Policy” (“La fracasada política bipartidista de EUA hacia Rusia”), y su libro 2010 “Soviet Fates and Lost Alternatives” (“Destinos soviéticos y alternativas perdidas) — ha advertido en repetidas ocasiones que si la política de EUA hacia Rusia postsoviética cambiaba, corríamos el riesgo de caer en una nueva Guerra Fría.

Esta posibilidad surgió claramente el mes pasado cuando, en el espacio de unas pocas semanas, Barack Obama y Vladimir Putin ambos firmaron punitivas leyes: EUA la Ley Magnitsky y de la prohibición por Rusia de adopciones por ciudadanos de EUA, o la “Ley de Dima”. Ambos líderes firmaron con cierta renuencia, pero ningún presidente se mostró dispuesto a desafiar a legislaturas empeñadas en pasar casi unánimemente leyes imprudentes. Como advirtieron en TheNation.com los expertos en Rusia Vladimir Sobell, Lozansky Edward y Cohen “La ‘Ley Magnitsky’ viola el estado de derecho, contradice los valores estadounidenses y socava la seguridad nacional de EUA”. Enmarcada por sus defensores como un proyecto de ley de derechos humanos que castigaría a los funcionarios implicados en la muerte en una prisión de un abogado ruso, la ley es de hecho más radical: exige que el poder ejecutivo castigue a individuos rusos basándose en acusaciones que sin probarse y sin el debido proceso.

Nota del director: Cada semana reproducimos un extracto de la columna por Katrina Vanden Heuvel en WashingtonPost.com. Aquí puede leer el texto completo de la columna de Katrina. 

Artículo en inglés