Cocodrilos del Nilo Esta semana vimos acelerarse el proceso de aceptación de Donald Trump por el oficialismo republicano, que no hace mucho discutía la posibilidad de pararlo lanzado un tercer candidato, un kamikaze cuyo único objetivo sería impedir una victoria del hombre del peluquín

Pero eso no fue a ningún lado, y ahora uno por uno, juiciosos van alineando tras el hombre que basó su campaña en el odio racial, los insultos sexuales y el militarismo. Le están dando “aceptación” acompañado del apoyo de muchos millones de US$ para lanzar su campaña.

Esta semana también vimos a Bernie Sanders ganar dos veces en sendas primarias. En Oregón, donde arrasó contra Hillary Clinton, y en Kentucky, estado sureño que ella había ganado holgadamente en 2008 y antes de ella su marido Bill. Allí Sanders terminó de segundos por menos de 2000 votos — victoria moral para Sanders; pírrica para los Clinton.

También esta semana vimos a la alcaldesa de San Juan de Puerto Rico anunciar públicamente que no va apoyar a Hillary Clinton; la elección primaria de la isla es el 5 de junio y hay 65 delegados en juego.

Dos días después, el 7 de junio, California tendrá su elección primaria y la campaña Sanders se ha movilizado con todo para lograr una buena porción de esos 546 delegados. La primaria de California es “abierta”, en el sentido de que se permite a los votantes registrados como “independientes” votar.

Aquí las fechas de las primarias restantes.

Aún así, y con encuestas marcadas por su desfavorabilidad y que indican que Sanders sería mejor candidato contra Trump, Hillary anunció dos veces esta semana que es la nominada por los demócratas. “No hay manera en que no lo sea”, dijo y luego repitió en un correo a sus partidarios.

Ese mismo mensaje lo repiten ad nauseum los medios corporativos que desde el primer día han apoyado la idea de otro Clinton en la Casa Blanca.

Habrá que esperar a ver si el electorado se come el cuento.

Bernie Sanders en San DIego, en el muro que separa las familias.
Bernie Sanders en San DIego, en el muro que separa las familias.

De lo que no queda duda alguna es que en el campo Sanders nadie se comió el asunto y han anunciado a los cuatro vientos que llevarán su mensaje de una “revolución política” a la convención. Y de juzgar por el multitudinario tamaño de los mítines en California, la convención promete ser emocionante.

Ya muchos activistas de los movimientos progresistas del país han convocado a manifestaciones en Philadelphia del 25 al 28 los días de la convención. Oficialismo demócrata no está demasiado feliz al respecto.

(Una disputa sobre credenciales en Las Vegas la semana pasada no terminó muy bien, fue exagerada por los medios y funcionarios demócratas exigieron que Sanders se disculpara. Por el contrario, él denunció los intentos de callar a sus partidarios y lo que él llamó las manipulaciones burocráticas del Comité Nacional Demócrata).

Mientras todo ello sucedía en el ámbito político, en Carolina del Norte seguían los intentos del gobernador de impedir que la comunidad LBGT fuera al baño. No es de extrañar esta fijación sobre cómo y dónde la gente hace pipí, después de todo fue en esta misma área que durante décadas a los afroamericanos se les negó acceso a los mismos baños que a los blancos.

Y por si la idea de Trump o Hillary Clinton no bastara para ponernos los pelos de punta, ahora sucede que en los Everglades de la Florida, esos enormes manglares, ahora tienen cocodrilos del Nilo. ¿Cómo llegaron ahí? Mejor no preguntar.

Otra semana que pasó en EUA

Carlos F. Torres

 

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online, 
New York, NY 5/22/2016