En una semana que concluyó con la derrota de los Mets en el propio New York, y con millones de demonios, diablos, esqueletos, fantasmas, mutantes, monstruos, villanos, zombies y similares en celebración de Halloween, tuvieron lugar varios acontecimientos de la vida real bastante más aterradores.
Nos referimos a la declaración por la Casa Blanca de que EUA ha comenzado a enviar tropas de combate a Siria en contra del Estado Islámico (ISIS, ISIL o EI).
En un guión repetido ad nauseum a través de los años, comenzarán con 50. Asesores. Por ahora. Pero no cabe duda que en un futuro próximo los números aumentarán.
Este anuncio complementa el anuncio anterior de que tropas de EUA ya estaban combatiendo a estos extremistas en Iraq.
Aterrador porque ello pone de relieve que la política de EUA contra ISIS hasta el momento deja mucho que desear: más civiles muertos que tropas extremistas.
Ahora, con la excepción del heroíco rescate en Hawijah de varias docenas de rehenes que, según informes, estaban a punto de ser pasados por las armas, tienen muy poco que mostrar. También cayó un soldado de EUA — el primero en morir en Irak desde 2011.
Poco después, el Secretario de Defensa anunció “cambios en la estrategia”.
Al mismo tiempo, el presidente Vladimir Putin de Rusia, con la ayuda de Irán (con quién EUA acaba de implementar un tratado), ha intervenido militarmente avanzando en varios frentes. Combatiendo a ISIS y apuntalando al gobierno de Bashar al-Assad.
Además de ampliar la influencia rusa en la geopolítica de la región, esta intervención permite a los rusos ensayar nuevos sistemas de armas.
Más intervención extranjera en la región más explosiva del mundo. Como hemos repetido en este espacio, apagar incendios con gasolina nunca ha funcionado.
Ello es aterrador.
Estas últimas noticias complementan el anuncio de hace dos semanas de que se pospondría la retirada de tropas de EUA de Afganistán.
Pero más aterrador es que gran parte del legado de Obama será el de las guerras sin fin.
Trágica ironía de la historia que Barak Obama, el hombre que llegó a la presidencia por su oposición a la guerra que EUA había iniciado bajo falsos pretextos en Irak (algo que ya reconoció Tony Blair), al entregar la batuta estará encargando a su sucesor que gerencie una guerra.
Y aterra el pensar que tanto los candidatos republicanos que quisieran reemplazarlo, o Hillary Clinton, la favorita para ser nombrada por los demócratas, no tienen problema con ello. Sus diferencias son de intensidad: Coinciden en que la guerra es la única opción.
Que nos traigan todos los demonios, diablos, esqueletos, fantasmas, mutantes, monstruos, villanos, zombies del mundo y no nos asustaremos tanto.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY
Noviembre 1, 2015
