Primarias EUA
Imagen via Seattle Times

 New York, NY, abril 13, 2016 — De los cinco precandidatos en las primarias presidenciales de EUA, cuatro son cristianos que abiertamente hablan de su religión. Uno, Bernie Sanders, es judío.

Irónicamente, Sanders fue el único de los candidatos invitado al Vaticano a participar en un simposio internacional sobre la creación de una economía moral.

Sanders, en medio de una intensa campaña en el estado de New York, se desplazará a Roma el 14 de abril, después que en su Brooklyn natal tenga lugar un debate contra Hillary Clinton. Regresará dos días después para seguir haciendo campaña.

La primaria del estado tendrá lugar el martes 16. Una semana después, el 26 tendrán lugar elecciones primarias en otros estados del noreste de EUA, Pennsylvania, Connecticut, Maryland y Rhode Island.

Los resultados de estas primarias son de crucial importancia para la campaña de Bernie Sanders quien ha sobrevivido muchísimo más de lo que anticipaban los medios corporativos de EUA, los llamados comentaristas políticos y las casas encuestadoras.

En el campo demócrata, se necesitan 2,383 delegados para alcanzar la nominación del partido. Hasta el momento, Hillary Clinton, apoyada por el oficialismo del partido, tiene 1,289; Bernie, 1,038. Quedan 1,938 por asignarse en las contiendas del resto de estado. Clinton tiene una ventaja adicional, los Superdelegados, que son funcionarios del partido, que nadie elegido y a quienes ella les viene haciendo la corte por algún tiempo.

Sanders_cuestiona_a_ClintonBernie Sanders: El fenómeno Bernie Sanders, candidato descartado al lanzar su campaña en junio 2015 como “marginal” e incapaz de llegar a ningún sitio, desde fines de marzo ha logrado una nota racha de victorias — siete en ocho estados.

Se ha impulsado de la energía de un movimiento de base, organizado en gran parte desde las universidades, que reúne ecologistas, los activistas del movimiento Occupy, que en el 2011 se tomaron el parque Zuccotti cerca de Wall Street, en Manhattan. Le siguieron similares ocupaciones en plazas y universidades del país, país denunciando las desigualdades económicas, la corrupción política, y grabando en el lenguaje estadounidense los conceptos del 1% y el 99%, ellos y nosotros.

Bernie Sanders, con sus velas infladas por los vientos del cambio, ha articulado disciplinada y consistentemente su mensaje, pidiendo nada menos que una “revolución política” para recuperar el poder que según él ha robado la clase de milmillonarios que controla la política en EUA.

Este mensaje, que en junio 2015 cuando anunció su candidatura parecía más bien las divagaciones de un septuagenario excéntrico, ha resonado entre jóvenes que enfrentan un futuro de enormes deudas estudiantiles en un mercado laboral cada día más limitado en cuanto a oportunidades y salarios.

También ha recibido buena acogida entre las bases sindicales que han movilizado y apoyado su candidatura y en el movimiento de los asalariados que han luchado, y en algunos estados logrado, aumentos al salario mínimo.

Los resultados son imposibles de ignorar.

Se notan en el tamaño multitudinarios de los mítines de la campaña de Sanders.

Desfavorable_HillarySe notan en encuestas nacionales, algunas de las cuales han ubicado a Sanders a la par con Hillary Clinton.

Y se notan, en opinión de este bloguero, tanto en la irritación de Clinton y los portavoces de su campaña y los medios corporativos que en 2014 daban por inevitable la coronación de Hillary Clinton.

Democracia a la americana: El sistema electoral estadounidense es un magnífico negocio que emplea a decenas de miles de personas — desde los medios que organizan eventos televisados como debates para vender espacio publicitario, hasta los equipos de cada candidato que contratan gente, alquilan vehículos, tales como buses, autos, aviones; se hospedan en hoteles, gastan en comida y bebida.

Cientos de millones de dólares se gastan en el periodo de las primarias, entre el verano 2015 y las convenciones en julio — en Philadelphia para los demócratas; Cleveland para los republicanos.

Desde el momento que anuncian sus campañas, comienzan los candidatos a desplazarse de un estado al otro, llevando consigo su comitiva.

Por esta razón, gran parte de las actividades de una campaña electoral (o de cualquier político en EUA) consiste en la recaudación de dinero.

Aunque para los ciudadanos existe un límite de US$2700 sobre la cantidad que puede contribuir a una campaña, los Super PACs, siglas en inglés por Comités de Acción Política, no tienen topes. Ello significa que las posibilidades de un candidato se miden en contante y sonante: La cantidad recaudada está directamente vinculada a su poder de convocatoria.

Hillary Clinton, antigua primera dama durante la administración de su marido, Bill; senadora por el estado de New York de 2000 a 2009; y Secretaria de Estado en la primera administración Obama, ha recaudado millones en Super PACs. Ha sido la candidata del oficialismo y todo indicaba que su turno había llegado.

Con cientos de millones en dinero en sus Super PACs, y apoyada por la poderosa maquinaria del partido demócrata, Hillary Clinton esperaba un proceso electoral en las primarias ágil, fácil, tranquilo — una especie de coronación, histórica en el sentido de poner la primera mujer en la presidencia del país y el primer matrimonio en que ambos cónyuges ocuparan el cargo de la persona más poderosa en el “mundo libre”, para usar la expresión común por estas tierras.

Los Clinton argumentaron que eran invencibles y que ya habían superado la minuciosa investigación de sus vidas, resultado una conflictiva carrera política que se remonta a los años 90 cuando Bill Clinton gobernó el sureño estado de Arkansas. Han sido, quizás, los políticos estadounidenses más examinados, analizados y cuestionados tanto por los medios como por los republicanos y la ultraderecha de EUA.

Con ello, aseguraron una y otra vez a las cúpulas del partido, desde el primer momento eliminaban la posibilidad de sorpresas en último momento.

Bill ClintonSobrevivientes de ataques de la ultraderecha republicana, entre ellos el impeachment (juicio por el Senado) en 1998 contra Bill Clinton, la elección primaria iba a ser solo un entrenamiento para lo que veían como la derrota fácil y segura de los republicanos, divididos y enfrascados en una debilitante y larga elección primaria, que había comenzado con más de 19 candidatos, en que se insultaron entre sí desde el primer día.

Pero los Clinton y sus apparatchik no contaban con la astucia de Bernie Sanders, representante por el estado de Vermont quien por décadas como congresista y luego como senador, había colaborado con los demócratas sin adherirse al partido.

Sanders lanzó su campaña con 70 puntos de desventaja ante Clinton, quien inicialmente le dio la bienvenida a los debates sin tomarlo en serio. El mismo Sanders, como indican conversaciones con su estado mayor, jamás pensó que fuera a llegar a presentar un real desafío a la campaña.

Para Clinton, podría decirse, el senador socialista presentaba una magnífica oportunidad de contrastar ante el electorado estadounidense ambos partidos, con un tono de respeto mutuo y cordialidad.

Pero Sanders se negó a jugar un papel simbólico para apuntalar a Clinton y comenzó a denunciarla, ganando en poco tiempo una audiencia, que eventualmente ha adquirido las dimensiones de un movimiento social, retroalimentado positivamente por las constantes e implacables críticas a los Clinton.

Las debilidades de Clinton ante Sanders:  Sanders ha logrado obtener lo que una campaña política necesita en EUA: Dinero. Y en este sentido, Bernie Sanders ha aventajado a Hillary porque ha dicho y repetido en cada oportunidad que se le presenta, que él prefiere muchas contribuciones por cantidades mínimas que pocas contribuciones por cantidades mayores.

Con ello expande su base. Y, además, ha tocado un nervio en Hillary Clinton: Sus relaciones con Wall Street, los bancos y el sector de energía en base a combustibles fósiles.

Respecto al primer punto, Sanders ha pedido en repetidas ocasiones a la candidata que divulgue las transcripciones de sus discursos a Goldman Sachs (uno de los bancos que causaron la crisis del 2008) por los que ella cobró US$650,000.

Ella se ha negado, con lo cual implica que tiene algo que esconder, oportunidad que el socialista sigue explotando cuando señala “ese dinero no lo han dado por pura bondad”.

Hillary Clinton también enfrenta el resentimiento de gran parte del país que cuestiona cómo una familia que al ingresar en la política no tenían ni un quinto hoy día tiene una fortuna alrededor de US$110 millones.

Otro punto que debilita a Hillary Clinton es el apoyo de su marido, y de ella como Secretaria de Estado, a los tratados de libre comercio con varias naciones. Lucrativos para las grandes corporaciones, para el obrero estadounidense, estos acuerdos han significado la pérdida de empleos y reducciones salariales. Con creciente resentimiento, los estadounidenses ven cómo su poder adquisitivo de los trabajadores de EUA se ha mantenido estático por décadas, y con él sus posibilidades de progresar.

Aunque los Clinton han logrado el apoyo de la estructura de poder afroamericano dentro del partido demócrata particularmente en el sur, y los comentaristas no cansan de decir que Sanders no ha logrado ganar apoyo entre las minorías, ésta es un área delicada — arma de doble filo.

Porque las medidas tomadas en la década del 90, durante la administración de Bill Clinton, retiraron el apoyo económico a las comunidades más pobres del país. También, la llamada reforma del sistema criminal ha resultado en lo que sociólogos llaman el encarcelamiento masivo, la privatización del sistema carcelario, y sus nefastos efectos entre los negros de EUA, creando una situación en que durante décadas hay más ciudadanos negros presos que inscritos en la universidad.

Con_el_agua_al_cuello_Rahm_EmanuelIgualmente, las protestas contra la impunidad ante los crimenes, organizadas en el movimiento Black Lives Matter han colocado a gobiernos locales, como Rahm Emanuel en Chicago, del otro lado de las barricadas. Emanuel es un viejo aliado de los Clinton, se encuentra contra la pared por su encubrimiento del asesinato de un joven negro.

En cuanto a la población de origen latinoamericano de EUA, un poderoso bloque electoral, Hillary Clinton hasta el momento le lleva cierta ventaja a Bernie Sanders. Sin embargo, ello puede cambiar debido a que (nuevamente fantasmas del pasado), la administración de Bill Clinton sentó las bases legales para las deportaciones masivas. En aquellos días el voto hispano no era tan cotizado, y ahora Hillary se ha distanciado de su marido.

Finalmente, Bernie Sanders ha criticado la política exterior de Hillary Clinton que se ubica dentro del campo de los halcones o intervencionistas en conflictos exteriores. Ella votó en 2003 a favor de la guerra en Irak, basada en la gran mentira de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, y que en la actualidad se considera uno de los peores errores geopolíticos cometidos por EUA en su historia. Gran parte de la desestabilización en el Medio Oriente, según opiniones de la prensa estadounidense, surgen de esa aventura.

Como Secretaria de Estado, Hillary Clinton fue clave en la decisión de invadir Libia y apoyar a grupos contra el gobierno de Bashar Al-Assad en Siria, que resultaron en el fortalecimiento de los grupos yihadistas, o terroristas musulmanes que han sembrado error en la región, expandiéndose a Europa y EUA.

Solo el domingo pasado, Barack Obama a quien solo le quedan pocos meses de presidencia, en una entrevista afirmó que el peor error de su presidencia fue invadir Siria. “Dejamos un desastre” al no planear qué hacer después de tumbar a Muammar Gaddafi.

Este es el marco en que tiene lugar la elección en New York este 19 de abril.

Luego las del resto del país.

Convención de julio: Las fuerzas de Sanders tienen toda las intenciones de seguir hasta la convención, en julio, a donde van decididas a pelear por su candidato.

Hillary Clinton tiene a su favor la maquinaria política del partido demócrata. Pero muchos en el país — especialmente la juventud — sencillamente no la quieren. No le creen. La consideran deshonesta — hecho confirmado en encuestas a boca de urna una y otra vez.

Uno de cada tres votantes por Sanders ha dicho que no votarían por ella.

Hay que tener en cuenta que en el sistema federal de EUA, los candidatos son elegidos por un colegio electoral, formado por electores de cada estado, en base a la población. Así, un candidato solo tiene que ganar un estado para recibir los electores. Con 270 alcanza la presidencia.

Históricamente, los demócratas logran ganar en los estados en los que la votación es masiva. Abstencionismo, ya sea por apatía o como declaración de oposición política, beneficia a los republicanos.

Pajaros_y_BernieDilema republicano: Los republicanos enfrentan su propio dilema.

La campaña que, como mencionamos anteriormente, se inició con 19 candidatos se ha reducido a tres: el milmillonario Donald Trump, el senador por Texas Ted Cruz, y el gobernador de Ohio, John Kasich.

Elecciones primarias EUAEste último ha ganado únicamente un estado, Ohio, y algunos consideran que él apuesta a lo que se llama una convención abierta a la cual ningún candidato llegue con la mayoría de los delegados y él se presente como candidato de unidad. La última convención republicana así tuvo lugar en 1974, cuando Gerald Ford ganó a Ronald Reagan, para perder ante Jimmy Carter.

Ted Cruz, que ha comenzado acumular delegados y estados recientemente ante Donald Trump, coincide con éste en muchos puntos, aunque difieren en cuanto estilo.

Sus principales diferencias giran en torno lo que se llama la “agenda social” — los derechos de mujeres a controlar su propio cuerpo y de las comunidades homosexual y transexual.

Trump, quien vive en New York, comenzó su campaña con posiciones más tolerantes respecto a las parejas homosexuales e incluso sobre el derecho al aborto. Recientemente las ha cambiado para satisfacer a su creciente base ultraderechista, con niveles educativos más bajos, y quienes han sufrido los latigazos de la crisis económica. Simplificando un poco, podría decirse que la base social de Trump se consideran como millonarios a quienes la suerte les ha fallado y que los negros, latinos, inmigrantes, musulmanes, chinos y otros les ha robado lo que merecen.

Ted_Cruz_IgnoranteCruz, por su parte, también pide deportaciones masivas, la ilegalización del aborto y el matrimonio gay y el uso de “bombardeos masivos” para resolver los problemas en el Medio Oriente. Hijo de un cubano anti castrista que encabeza una iglesia protestante que cree que su hijo ha sido ungido por el espíritu santo como rey para controlar la sociedad. El padre de Ted Cruz ha usado lenguaje abiertamente racista contra el presidente Barack Obama, a quien ha acusado haber nacido en Kenya.

Cabe notar que Donald Trump ha denunciado repetidamente la guerra en Irak, atacando al partido republicano y al expresidente George W. Bush por las mentiras que precedieron la invasión.

Esta temporada de elecciones primarias que sigue los dos mandatos (ocho años) de el primer presidente negro de EUA, se inició como un espectáculo de circo — un baúl de mago de donde en vez de conejos y palomas, han volado insultos mutuos, racismo, comentarios misógenos y xenófobos y puede significar el fin del partido republicano de Eisenhower, Nixon, Reagan, y Bush hijo y padre.

Ya el partido enfrenta series divisiones que se han visto en años recientes con la elección del grupo del Tea Party, que básicamente ha obstruido totalmente el congreso, en contra de las directivas del oficialismo.

¿Hacia dónde van las cosas? Los demócratas enfrentan sus propios desafíos. Si no logra Bernie Sanders la nominación del partido, ¿apoyarán él y sus partidarios a Hillary Clinton?

¿Saldrán a votar a favor de la candidata que para ellos representa la corrupción de la política actual?

Pase lo que pase, Sanders ha abierto nuevos horizontes políticos en EUA.

Ha demostrado que para un gran segmento de la sociedad la etiqueta socialista no inspira temor, que ellos ven que el sistema es cada día más carente de oportunidades para la gente común y corriente y se unen a un septuagenario socialista que, con su marcado acento de Brooklyn, les pide que hay que pelear por sus derechos contra el gran capital.

En este sentido, Bernie Sanders ha sentado las bases de la revolución política que propone.

Todo esto y mucho más recibirá a Sanders a su regreso del Vaticano cuando aterrice en medio de la elección primaria de New York.

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

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