SaposFirmados y anunciados los últimos acuerdos, el país ha quedado a la espera del anuncio del día D que se supone es cuando se firme de verdad verdad el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC. Acuerdo que deberá ser refrendado para que obligue al Estado y por ende a los colombianos.

rp_JMU-200x150.pngEste fin de semana tuve un par de discusiones bastante intensas sobre los rumores que corren y que se refieren a los famosos sapos que nos tenemos que tragar. Yo alcancé a decir en un chat de amigos que a mí me parece que algunos de los anunciados sapos empiezan a tener pinta de unas deliciosas ancas de rana. Eso es lo que el presidente ha debido servir a sus algo más de mil amigos íntimos en el matrimonio de su hija, en lugar de dos animalitos que están en las listas de las especies en vías de extinción.

Se rumora que los sapos más grandes se refieren a la paga a los guerrilleros y a las famosas “curules automáticas” para los comandantes de las FARC.

Me he pasado el día buscando referencias sobre estos dos asuntos y no encuentro nada en concreto. En cuanto a la paga a los guerrilleros me encontré este link.  (http://hsbnoticias.com/noticias/politica/gobierno-desmiente-que-desmovilizados-de-farc-recibiran-sala-181834).

Imagino que se ha extrapolado la política actual de ofrecer una atención humanitaria a los guerrilleros que se han ido desmovilizando.

En cuanto al rumor de las curules lo único concreto que encontré son unas referencias de 2015 a una solicitud de las FARC

En el artículo de la Silla Vacía referenciado en mi columna anterior este último tema es una de las papas calientes que aún están por negociarse

Curules en la Cámara

Aunque debían hacer parte del acuerdo del punto sobre participación política, esto quedó pendiente y es uno de los temas más gruesos y taquilleros que faltan por terminar de acordar. Por ahora se sabe que no serán por decreto sino con elecciones, que se harán en zonas que nunca están representadas en el Congreso y que solo podrán competir por ellas candidatos de organizaciones y movimientos sin representación legislativa. Falta por ver cuántas son y dónde están, y así poder predecir qué tan fácil es que todas queden en manos de miembros de las Farc o personas cercanas a ellos. (La Silla Vacía)

En lo que revisaba en busca de referencias me encontré otro muy buen análisis de la Silla Vacía, que tiende a demostrar que los sapos ni son tantos ni son tan sapos, y que de tragar sapos la dosis que le va tocando a Timochenko y a sus muchachos ha sido mayor que la nuestra.

Este asunto de sapos y rumores preocupa. Hoy para los “amigos de la paz” cualquier crítica es un ataque vicioso a la paloma de la paz, y para la oposición todo lo acordado son concesiones al terrorismo.

En esas condiciones, cuando la refrendación se hará con plebiscito amañado y el congreso quedó maniatado con los retoques inconsultos a la constitución, se han cerrado las puertas para una discusión democrática y constructiva sobre los acuerdos.

Yo me niego a caer en esa trampa.

Pienso que los colombianos deberíamos poder decir si nos gusta que los guerrilleros que cometieron delitos de lesa humanidad puedan ser sujetos de elección popular antes de haber pagado la condena que establezca la justicia transicional. Pienso que los colombianos deberíamos poder cuestionar y discutir los acuerdos sin que se nos acuse de guerreristas.

Pienso también que tenemos derecho a decir que nos gustaron los acuerdos firmados el jueves pasado aun cuando en muchas oportunidades hemos criticado el proceso y su politización y que ello no les da derecho a otros de calificarnos de vendidos o enmermelados.

Desafortunadamente, la repetición de rumores infundados, la desinformación, los juicios a priori y los ataques personales lo único que demuestran es la falta de argumentos concretos.

Las generaciones venideras merecen un mejor comportamiento de sus compatriotas mayores.

Paz en Colombia