Screen-Shot-2013-01-02-at-5.18.08-PM5Publicado en inglés el 15 de abril 2014 en la revista The Nation bajo el título “Climate Change Is Here—It’s Too Late for Pessimism”. Traducido con autorización especial. Por Katrina vanden Heuvel.

Más inquietante que cualquier película de terror, Years of Living Dangerously, una serie de nueve episodios sobre el cambio climático que estrenó anoche en Showtime es algo obligatorio de verse. La serie documenta las consecuencias a largo plazo del cambio climático, y nada de lo que nos muestra — ninguna persona, industria, institución; empleo, religión, nación — está exento de los efectos del cambio climático.

Katrina vanden Heuvel
Katrina vanden Heuvel

Living Dangerously es la más reciente alarma del movimiento ambiental, que reúne a poder de las estrellas (el primer episodio abre con Harrison Ford volando en un avión de combate reconfigurado para la ciencia, recopilando datos sobre la contaminación), el dinero (James Cameron, Arnold Schwarzenegger y Jerry Weintraub son los productores ejecutivos), y la inteligencia (The Guardian llama a los expertos de la serie  “el mejor equipo de científicos que se pueda imaginar”) . Como la última serie documental de Showtime Oliver Stone’s Untold History of the United States en que las revelaciones históricas prácticamente garantizan que los espectadores quedarán hirviendo de la ira por la manera cómo se desarrolló el siglo XX, Living Dangerously le va a enfurecer por la calamidad climática que nos espera en el XXI.

Pero precisamente de eso se trata. Es televisión que debe verse, y tan sólo en los primeros diez minutos, escuchará suficientes citas pesimistas para llenar toda esta nota. Es pesimismo difícil de ignorar. “El mundo va a sufrir por esta realidad física en múltiples maneras durante mucho tiempo por venir”, dice a Ford Laura Iraci científica de la NASA. Tenga en cuenta que no hay condicional en su advertencia. Nuestra crisis ambiental ha avanzado más allá del “posiblemente” y “probablemente” a “es” y “será”. En diciembre, Dahr Jamail esbozó aquí esta terrible inevitabilidad. Mientras mira los aterradores datos e imágenes de satélite en un laboratorio de la NASA, en el norte de California, Ford hace la pregunta: “Se trata de datos reales y no de una proyección, ¿verdad?” La devastadora respuesta, cortesía del Dr. Rama Nemani, es un simple “Sí”.

Como señala Don Cheadle, otro participante del episodio, el cambio climático está engendrando nuevamente una situación de “dos Américas” — es decir, aquellos (principalmente en las regiones costeras) que están realmente preocupados por la crisis, y aquellos que no lo están, a pesar de los muy reales efectos que el cambio climático está teniendo en sus comunidades (de los cuales Cheadle encuentra representantes en Texas). Living Dangerously es una herramienta necesaria para hacer frente a esta desconexión, para hacer conexiones entre la deforestación en Indonesia y la pérdida de empleos en la agricultura de América, entre niveles récord de calor y las fábricas cerradas. Los días de resignación, de atribuir las causas a fuerzas mayores , a “la forma en que siempre ha sido”, ya son algo del pasado, la serie explica; nosotros, como ciudadanos del planeta, necesitamos actuar.

Sin embargo, no obstante los escenarios apocalípticos descritos, la serie en sí misma es motivo de la esperanza. Es fácil mirar los números, leer los análisis y sacar la conclusión de que, de hecho, todo está perdido, que no tiene sentido ni siquiera realizar un esfuerzo. ( “Harrison, imagina que Fargo, en Dakota del Norte, es como Phoenix”, dice Rebecca Moore de Google Earth mientras mira un mapa de las altas temperaturas proyectadas en EUA para el 2100). Pero Ford va a Indonesia a investigar la industria del aceite de palma; Cheadle, investiga ranchos afectados por la sequía en New México y una ciudad de la compañía en Texas que ha perdido su compañía. Thomas Friedman parece conectar los puntos entre la peor sequía en la historia moderna de Siria y la caída de la nación a una guerra civil .

A medida que la serie avance, un equipo de actores, activistas y periodistas conducirá a los espectadores a través de una serie de informes y despachos de todo el mundo. En dos episodios, por ejemplo, Chris Hayes, colaborador de The Nation y su antiguo corresponsal en Washington, presenta informes sobre la Supertormenta Sandy y el aumento de los niveles del mar. En su programa en MSNBC, Hayes señaló la inmediatez necesaria de la serie: el cambio climático, dice, “no es algo futuro. Estamos en el año 2014. Ha llegado. Usted puede ir a estos lugares y verlo”.

Necesitamos este tipo de activismo visible. La negación, la resignación y la desesperación no son opciones. Al reunir a los actores, científicos, periodistas y filántropos, Living Dangerously proporciona la necesaria chispa, no sólo para tener una conversación, sino también darle un corrientazo a quienes tienen el poder para hacer cambios acordes con la magnitud de la crisis.

Artículo en inglés

Foto: MPE

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