Agua_Flint_MichiganEsta semana cerró con un cambio sustancial (¿histórico?) en las relaciones de EUA y sus aliados con Irán, pero antes de ello vimos más disfunción del partido que aspira a ocupar la Casa Blanca, una andanada inesperada e infundada de los Clinton, un emotivo discurso positivo del Estado de la Unión, deportaciones en nuestras comunidades y el agua impotable de Flint.

Respecto a Irán, clasificado desde los días de administración de Jimmy Carter a fines de la década de los 70 como nación paria patrocinadora del terrorismo y un peligro para la estabilidad regional, el sábado se anunció la suspensión de las costosas sanciones económicas. El Director de la IAEA, la Agencia Internacional de Energía Atómica, dijo que Irán ha cumplido. Al mismo tiempo, ambos países realizaron un intercambio de prisioneros.

Un cambio geopolítico enorme y un gran logro para la administración.

Pero los republicanos denunciaron.

Días antes, los precandidatos republicanos habían lavado sus trapitos sucios en público, en el sexto de los debates que cada más parecen un encuentro de lucha libre. Entre Donald Trump y Ted Cruz se mentaron hasta la ciudadanía, mientras desde los lados los otros gritaban, pataleaban, insultaban.

Hablando de insultos (a la inteligencia del público porque se han dicho mentiras), ¿de qué otra manera podría llamarse el ataque, definitivamente infundado, de Chelsea Clinton (hija de Bill y Hillary) contra Bernie Sanders, el precandidato demócrata socialista, cuyo ascenso en las encuestas promete obstruir la coronación asegurada de otro miembro de la dinastía política más fuerte del partido demócrata EUA?

Chelsea, que por lo general es muy reservada sobre la política de sus padres, dijo que de ganar la presidencia Sanders, millones de personas perderían los beneficios de salud que implementó el presidente y se conocen como Obamacare.

Febrero 1 los caucus (asambleas) en Iowa, seguido el 9 por votación en New Hampshire.

Esta semana también el presidente Obama pronunció su último discurso del Estado de la Unión, mencionando, con su elocuencia de siempre y en un positivo, los avances que se han realizado en el país en cuanto a la reactivación económica, empleos, salud, derechos de LGBT, medio ambiente. Pidió mayor cordialidad en la política y al público que recordara la solidaridad humana que fundamenta esta nación.

Pero Obama, en su discurso, dejó un espacio vacío. El de los indocumentados y la ola de redadas que tiene aterrorizada a las comunidades mayoritariamente centroamericanas. Muchos de los deportados son niños que no han tenido acceso a representación legal. Otros más ya han encontrado la muerte. 

Y si todo lo anterior produce sed, mejor no tomar agua de Flint, Michigan. Allí, se ha cometido un enorme crimen en contra los habitantes cuando, para recortar costos, se cambió la fuente del agua potable y desde 2014 se les ha suministrado el imprescindible líquido por cañerías contaminadas. Ha sido declarado zona de desastre por el gobierno federal. Todavía no se conoce el saldo humano de esta aberración.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. TorresCarlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY, enero 16, 2016