Divertido y a la vez trágico. Contradictorio y definitivamente absurdo. Surreal. Y, por qué no, una pérdida total de tiempo. Eso puede decirse del testimonio del director General de la CIA en el sentido que de ser capturada la plana mayor de Al Qaeda los llevarían a Guantánamo, en Cuba. […]
Desde aquel sangriento día en el 2001, una vez que los gobiernos de todo el mundo tomaron serias contramedidas, la red de terror de Osama bin Laden ha sido incapaz de lanzar un solo ataque importante contra objetivos de alto valor en los EUA y Europa”.
En el mejor de los casos, continúa, su mejor opción “es encontrar a través de internet a un joven perturbado y enseñarle cómo llenar de explosivos sus calzoncillos”.
En una sociedad donde hay padres que se inventan ardides como Balloon Boy, otros envían a sus hijas adolescentes a circunnavegar el globo, todo con el objetivo de obtener la fama y la fortuna que traería un programa de televisión tipo “reality”, en nada nos sorprende ni que Gary Faulkner emprenda una búsqueda estéril por Bin Laden. Ni mucho menos que los medios le regalen sus 15 minutos de fama.
